14 de febrero de 2024

Insultos entre los pueblos comarcanos


Es curioso comprobar que muchas veces un insulto que se dirige de forma genérica a todos los miembros de una localidad o un colectivo no es objeto de deshonra para quien lo recibe, sino a veces muy al contrario, una forma aceptada de identificación grupal. Me explico… no es considerado un insulto llamar “chicharrero” a un tinerfeño, “culipardo” a un natural de Marmolejo (Jaén), o “botijero” a un nacido en Dueñas (Palencia). Seguramente muchos de estos apelativos comenzaron como insultos entre pueblos vecinos, y al final lo aceptaron como otra forma de gentilicio.

A un oriundo de Autillo se le dice: "Autillano pata de marrano". La razón no es otra que realizar un fácil rimado.

A un natural de Fuentes de Nava se le dice “legañoso”.

A un nacido en Villarramiel se le llama “pellejero” y no te devolverá el insulto, todo lo contrario. La razón es que este pueblo tuvo una pujante industria dedicada al cultivo que lo hizo famoso desde al menos el siglo XVIII, y hasta ahora que siguen con ello.

A un nacido en Abarca se le llama “raposo”. Quizás les venga de que sus señores feudales, los Osorio, llevaban en su escudo un lobo pasante, y para un comarcano no era difícil confundir un lobo con un raposo.

A los de Villaumbrales se les llama “chocheros” por sus vecinos de Becerril.

A los de Frechilla, ¿es que aún no se ha inventado un buen insulto para ellos? No lo veo justo.

A los de Palencia, "mantas".

(Si conoces otros apodos basados en el lugar de nacimiento de otros pueblos de Palencia, hazlo llegar a través del correo que aparece en la pestaña CONTACTO y los publicaremos)


Por Marcial de Castro


2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Decía que me parece una entrada curiosa y que seguramente hay muchos más por ahí que pueden ir apareciendo. Un saludo, Marcial

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