29 de diciembre de 2022

A Tiro de Piedra: Casa Taller de Herminio Revilla, por Alfonso Santamaría



Canto al patrimonio de la montaña palentina

Es un auténtico privilegio conocer a Herminio Revilla, creador poco valorado por las administraciones, que no han respaldado como se merece la importante labor que ha desarrollado durante más de 60 años.





En pleno otoño, con la Asociación de Jubilados de Venta de Baños, visité en Villabellaco, municipio del norte palentino que pertenece a Barruelo de Santullán, el Museo Casa Taller de Herminio Revilla, con categoría de Centro de Interpretación del Patrimonio Cultural.

Llegar a este museo, conocido por el boca a boca, y que te reciba en su puerta Herminio Revilla es un auténtico privilegio, como lo es conocer en vida a un creador, poco valorado por las administraciones, que no han respaldado como se merece la importante labor desarrollada durante más de 60 años por este artista autodidacta, que a los 10 años comenzó a trasformar la madera y hacer juguetes el día que su padre le regaló una navaja.





LA VISITA

Comienza la visita de esta casa-museo del movimiento, y Herminio, muestra, explica, comenta, hace gracejos, y disfruta cuando enseña sus obras de una sola pieza, que provienen de maderas muertas que encuentra en los montes cercanos. Resucita y da vida a troncos de olmos, robles, fresnos, nogales o arces; y a labores rurales y oficios perdidos en el tiempo, y representa las diferentes energías, sin olvidarse de mineros y minas. Pone en movimiento batanes, canales, hormigoneras, norias, vagonetas y caballitos extractores de petróleo, y muestra su funcionamiento con distintos aparatajes que dan vitalidad al museo, así como curiosidades hechas por la naturaleza. Representa a los diferentes árboles y arbustos, y se enorgullece de su trabajo ante una olma de 300 años que se quedó vacía, que esculpió y adornó con sus inolvidables recuerdos de su querido Valle de Santullán.




Herminio trasmite admiración a quien le escucha, tanto por la calidad de sus trabajos, como por lo que cuenta y como lo cuenta. Es un actor de los buenos que trasmite su pasión, capaz de hacerte reír, y causar sensación porque el actor no finge, no se adula, es único y legítimo como toda su obra, que avala su destreza y maestría para explicar con naturalidad todo el proceso de su creación. Merece el aplauso del público por cada pieza que muestra. ¡Qué grande eres maestro!.


EL CREADOR

Revilla es un creador multifuncional, con manos capacitadas para realizar todo tipo de trabajos, capaces de rescatar al famoso puente de Villanueva del Río, hundido por el pantano de Aguilar, o una bella réplica del puente celta y romano de Puentetoma, y del romano de Nestar, o de la basílica de San Juan de Baños, y de iglesias románicas que tiene bien cerca; tallar un Cristo que resucita, esculpir a su padre, a su mujer, a él cuando era niño, o su propia cabeza. Muchas son las obras que ha creado Herminio a lo largo de su vida, durante más de seis décadas dedicado a estos trabajos. Sigue activo todos los días con el material que le ofrece la naturaleza, y disfruta con su pasión creativa y de su museo. Solo necesita que alguien tome su relevo, y aprenda de su carisma para enseñar y explicar con orgullo, pasión y cariño todas las creaciones de Herminio.



Puente de Villanueva del Río, anegado por el pantano de Aguilar. Foto A. Santamaría


HERRAMIENTA DIDÁCTICA

El museo es una herramienta didáctica, donde el visitante recibe una valiosa clase práctica en la que el maestro Herminio explica su laboriosa lección de toda una vida ocupado en su pasión. Lección que interesa por igual a niños, jóvenes, padres y abuelos. Que interesante que aprendan los niños que las cosas no se hacían como ahora con solo apretar un botón, que descubran el ingenio del hombre para mover molinos y moler, para crear energía, que vean como se mueven las maquetas, que trasmiten el ingenio de Herminio, y ejercen su función como el martillo pilón. Reproducciones del Canal de Castilla y una esclusa, el molino harinero, la herrería, ferrería, el herraje de una vaca, los huevos de madera, y el pollito que quiere salir a la vida. Que admiren el impresionante trabajo didáctico que muestra en un gran olmo la evolución del ser humano en el planeta tierra. No menos interesante son sus radios antiguas, así como la importante colección de válvulas de aparatos de radio, de las primeras a las últimas que se utilizaron hasta la aparición del transistor. Así como el homenaje a su antigua fábrica de galletas Fontaneda.




EXPLICACIONES CON CARIÑO Y PASIÓN

Tanto Herminio como su mujer, Carmen Gómez, explican con cariño paternal y maternal la elaboración de cada pieza, trasmiten tanta pasión y fuerza que las obras nos dejan boquiabiertos. Se detiene el tiempo, se para el reloj, nos extasía el movimiento de esos objetos exclusivos que un artista creó a base de materiales naturales. Herminio nunca compró nada para la composición de sus trabajos, ni tampoco vendió una obra suya, no se quiere desprender de lo que con tanto ingenio e imaginación creó.





HERMINIO, UN LIBRO ABIERTO

Herminio, interrumpe a menudo su explicación para contar capítulos de su vida, como cuando trabajó en galletas Fontaneda, y se prejubiló a los 55 años. Cuenta que de Eugenio Fontaneda aprendió todo lo relacionado con el arte, y desde que conoció a Fontaneda quiso ser como él. Comenta que la formación fue la consigna de su vida, los estudios de electricidad y electrónica, así como las radios fueron una de sus pasiones. Nos dice que acudió varias veces a Baños de Cerrato para fotografiar y tomar medidas de la basílica para luego reproducirla, y a todos aquellos sitios donde un monumento estaba en peligro de desaparecer. Lamenta que mucho le prometieron los políticos y no le ofrecieron nada. Herminio es un libro abierto con muchas páginas y capítulos de lectura imprescindible para entender su obra llena de pasión, ingenio, empeño, trabajo, esfuerzo, y dedicación en sus más de 600 trabajos. Su vida es una interesante novela, no dudo que si se llevaría al cine tendría tanto éxito como su Museo.

Revillla a lo largo de su vida se ha relacionado con muchos artistas y tiene muchos amigos. No olvida su gran amistad con colegas ya fallecidos, como la gran fotógrafa Piedad Isla, que tiene en Cervera su Museo Etnográfico que lleva su nombre, Javier Cortes, descubridor de la Villa Romana La Olmeda, ni al recientemente desaparecido Rodolfo Puebla, creador del Museo Etnográfico de Frómista.




Puente celta y romano de Puentetoma. Al fondo puente romano de Nestar, del que
desapareció la parte superior. Foto A. Santamaría


EL FUTURO DEL MUSEO Y EL RECONOCIMIENTO DE SAN CEBRIÁN DE MUDÁ.

Herminio y Carmen, pronto cumplirán 80 años, sienten que llega el momento de poder descansar y sueñan con dar un destino definitivo a su Museo para que su obra no se pierda, ni se divida, ni deje de tener vitalidad. Piden que por una vez la administración les abra sus puertas, después de recibir portazos durante tantos años, tras el inicio del museo en su casa de Aguilar, su traslado en 2011 a Barruelo, y la instalación definitiva en 2013 en Villavellaco, su pueblo. Qué pena, que ni los diferentes alcaldes de la villa galletera, ni los de Barruelo, hicieran ningún caso a la obra de Herminio. Ha tenido que ser otro icono de la Montaña Palentina, Jesús González Ruiz, alcalde de San Cebrián de Mudá quien, en el mes de septiembre, homenajeó a Herminio durante las fiestas patronales. El de Villabellaco recibió con sorpresa y mucho agradecimiento el reconocimiento de un pueblo que no era el suyo, que además lo nombró pregonero, un honor que le llenó de emoción. La placa que le regaló el pueblo de San Cebrián de Mudá no podía estar en un sitio mejor que en su Museo Casa Taller, para que la vean todos los visitantes. Qué copien otros ayuntamientos y administraciones el ejemplo de San Cebrián de Mudá, y el buen hacer de su alcalde. Que conviertan en realidad sus promesas las administraciones y se hagan cargo de la Casa Museo Taller de Herminio Revilla, “la perla de Villabellaco”.


DOS LUGARES DIGNOS DE VISITAR

En la Montaña Palentina hay dos lugares dignos de visitar: San Cebrián de Mudá con su Reserva Europea de los Bisontes, y Villabellaco con el Museo Casa Taller de Herminio Revilla, ambos con más de 7.000 visitantes en el año 2021, que les convierte en uno de los atractivos turísticos más importantes de la provincia. El apoyo institucional para que las obras de Revilla pervivan en el tiempo está bien justificado. Así lo entiende el escritor Froilán De Lózar, al afirmar que: “El museo y casa taller del artista norteño es uno de los recursos culturales y etnográficos más importantes de la Montaña Palentina."

1 comentario:

  1. Un buen resumen de la labor de nuestro querido artista y artesano Herminio Revilla. Todas una vida dedicada a ese primer impulso aparecido en sus manos con un tronco y una navaja recién regalada...
    Gracias por este magnífico trabajo en torno a su persona y su obra.
    Brazo.

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