12 de abril de 2015

Autipedia: Lagarejo, un día en el Majuelo.





A últimos de septiembre o primeros de octubre comenzaba la vendimia o recolección de la uva generalmente de carácter familiar. Antes se habían llevado los cestos a recalar al Valdeginate o a alguno de los pilones públicos para que el mimbre no se rompiera por estar demasiado seco.

En aquella época, cuando en Autillo había chicos y chicas a montones, estos días se consideraban casi festivos y aunque no cerraban las Escuelas el número de ausencias era bastante considerado ya que todos los componentes de la familia solían colaborar en los trabajos de la recolección de la uva. Temprano por la mañana salían los carros y remolques dirección a los majuelos cargados de hombres, mujeres y niños con sus respectivos aperos.

Había varias clases de cestos: los grandes tenían una capacidad de hasta 115 kg, se quedaban en el remolque y en ellos se iban depositando las uvas que los hombres transportaban en cunachos (contenedores más pequeños con una capacidad de 15 a 20 kg).

Las mujeres solían cortar los racimos con cuchillos, tijeras, navajas y garillos (especie de cuchillo curvo) y se iban colocando en cestas. Cuando la cesta estaba llena, se volcaba en un cunacho y, cuando éste se llenaba, los hombres lo llevaban hasta el carro o remolque y lo desocupaban en los grandes cestos que se transportaban a los lagares. Los niños aportaban su granito de arena pero para ellos más que un trabajo era una fiesta.

Era costumbre hacer el "lagarejo", que consistía en frotar la cara de los vendimiadores con racimos de uvas. El primer lagarejo era el que peor se llevaba y todo el mundo corría para librarse de él; los siguientes ya no importaban...



Texto extraído y adaptado de www.castromocho.com